El libro de Enoch es mas antiguo que la Biblia, y es el único manuscrito antediluviano existente o conocido.
Hay sólo tres ejemplares, dos en Inglaterra y uno en Paris, en arameo, en hebreo y en caldeo. Las copias fueron halladas en Abisinia, alrededor de 1.772 por un erudito escocés de apellido Bruce.
Hay sólo tres ejemplares, dos en Inglaterra y uno en Paris, en arameo, en hebreo y en caldeo. Las copias fueron halladas en Abisinia, alrededor de 1.772 por un erudito escocés de apellido Bruce.
Enoch seria originario de la alta mesopotamia, de la Armenia antigua o del Cáucazo; fue un gran profeta, un iniciado.
El libro de Enoch es también una fuente para la leyenda de los Hiperbóreos, habitantes del Norte frío.
Se cuenta que al comienzo la tierra estuvo habitada por una raza de gente muy grande y muy robusta.
Los pobladores del otro mundo (de otras regiones; de otros lugares) descendieron sobre la tierra (vinieron del Norte hacia el Sur) y cohabitaron con las hijas de los hombres, de los gigantes, de los nephilim de la Biblia.
Se hace la diferencia racial entre ellos y nosotros.
Sus descendientes son los héroes de la Edad Dorada y de la leyenda; los venidos del otro lado son los ángeles y arcángeles, quienes enseñaron a los hombres el uso del fuego, de las armas, la observación de las estrellas, la astrología y la magia. A las mujeres les enseñaron a vestirse, a maquillarse, a usar joyas y adornos.
Existían así dos humanidades: una, la descendiente de los hombres y otra, mezclada con estos seres racialmente diferentes.
Hay que hacer notar que estos practican magia, observan el curso de los astros y al mismo tiempo conocen el uso de las armas.
Han llegado hasta las regiones del Sur luego de algún tipo de catástrofe; son ellos los que nos sacan de nuestro letargo; es en ese momento que nosotros avanzamos.
El libro de Enoch es también una fuente para la leyenda de los Hiperbóreos, habitantes del Norte frío.
Se cuenta que al comienzo la tierra estuvo habitada por una raza de gente muy grande y muy robusta.
Los pobladores del otro mundo (de otras regiones; de otros lugares) descendieron sobre la tierra (vinieron del Norte hacia el Sur) y cohabitaron con las hijas de los hombres, de los gigantes, de los nephilim de la Biblia.
Se hace la diferencia racial entre ellos y nosotros.
Sus descendientes son los héroes de la Edad Dorada y de la leyenda; los venidos del otro lado son los ángeles y arcángeles, quienes enseñaron a los hombres el uso del fuego, de las armas, la observación de las estrellas, la astrología y la magia. A las mujeres les enseñaron a vestirse, a maquillarse, a usar joyas y adornos.
Existían así dos humanidades: una, la descendiente de los hombres y otra, mezclada con estos seres racialmente diferentes.
Hay que hacer notar que estos practican magia, observan el curso de los astros y al mismo tiempo conocen el uso de las armas.
Han llegado hasta las regiones del Sur luego de algún tipo de catástrofe; son ellos los que nos sacan de nuestro letargo; es en ese momento que nosotros avanzamos.
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