jueves, 29 de noviembre de 2012

Símbolo de la Luna Creciente

Pesa en forma de pato; la inscripción relata la creación de esta pesa del rey Shulgi de Ur (2094-48 aC) para Nanna - Sin, el Dios de la Luna Nueva, de Ur. 4.082.
Nanna- Sin
La Luna Nueva es símbolo del calendario Lunar, por el que se guía desde remota antigüedad, los musulmanes.
Cada año musulmán se compone de 12 meses que, a su vez, suelen constar de 29 y 30 días en forma alternada. En promedio esos meses duran 29,5 pero la duración verdadera del mes lunar es de 29,5306 días. De esta manera, el año lunar tendrá un total de 354,37 días de duración.
Un verdadero año lunar debería comenzar siempre el día de Luna Nueva.
Pero si uno empieza un primer año lunar el día de Luna Nueva y luego se limita a alternar meses de 29 y 30 días, el 3º año habrá que comenzar el día antes de Luna Nueva, y el 6º año lo hará dos días antes, y así cada tres años se ira adelantando un día más al inicio del año lunar.
Para un pueblo realmente religioso esto es simplemente inconcebible. Sin embargo, sucede que 30 años lunares tienen un número casi redondo de días: 10.631,016. Si los treinta años se constituyen con meses de 29,5 días la cuenta da 10.620, de modo que solo hacen falta otros 11 días (en realidad 11,016 días más) para seguir el movimiento de la luna. De esta manera, los mahometanos reparten 11 días entre los 30 años de una manera prefijada y así evitan que algún año se adelante o se retrase un día de la Luna Nueva. Estos días agregados reciben el nombre de “intercalar”; es, por así decirlo, un día intercalar.
Pero el año lunar, ya sea de duración de 354 días o de 355, no se ajusta al ciclo de las estaciones. Ya en los comienzo de la historia los astrónomos babilónicos descubrieron que el ciclo Solar en el cielo se ajustaba  muy de cerca al ciclo completo de las estaciones. El Sol hace su ciclo completo por el Zodiaco en aproximadamente 365 días, de modo que el año lunar es unos 11 días más corto que el ciclo de las estaciones o “año solar”.  Dos años representarían 22 días, tres 33 y así. Esto es importante porque, si uno emplea un calendario lunar y lo inicia de manera que coincida con el momento de sembrar, entonces, tres años después, se encontrará sembrando un mes completo antes de lo correcto, y cuando se cumpla una década estará sembrando en plano invierno!!! ¿Qué se hace entonces con este calendario lunar se ajuste a las estaciones? No bastará con sumarle 11 días al cabo del año, pues de este manera el año siguiente no empezara en Luna Nueva y esto es simplemente inconcebible.
Sin embargo, si empezamos un año solar con Luna Nueva y esperamos, veremos que veinte años después el comienzo del año vuelve a coincidir con la Luna Nueva. Esto es así porque 19 solares contienen casi exactamente 235 meses lunares, los cuales equivalen a su vez a 19 años lunares (de 12 meses lunares) más 7 meses lunares excedentes. En consecuencia, podemos seguir el ejemplo de los musulmanes y dejar que transcurran los años lunares 19 años y agregar los 7 meses en los que se atrasa con respecto a las estaciones, lo cual nos da un año 19º de 19 meses, y comenzar nuevamente un siglo ajustado tanto a la Luna como a las estaciones.
Pero los babilónicos no querían atrasarse 7 meses con respecto a las estaciones. En lugar de eso  iban agregando esa diferencia de siete meses a medida que trascurría el ciclo de 19 años, agregando un mes por vez de la manera más pareja posible. Así cada ciclo tenía doce años de 12 meses y siete años de 13 meses. El “mes intercalar” se agregaba en los años 3º, 6º, 8º, 11º, 14º, 17º y 19º de cada ciclo, y de este modo el calendario nunca se atrasa o adelanta más de unos 20 días respecto al Sol. Este calendario, basado en el mes lunar pero arreglado para que siga el movimiento del Sol se llamó “Calendario Luni-Solar”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario